Gremio de docentes de Florida responde a sacerdote por educación a niños menonitas
“No solo denota desconocimiento del tema debatido… sino además se constituye una clara falta de empatía, solidaridad y amor al prójimo, valores que el doctor en derecho canónico asegura practicar y predicar“
Tras la entrevista realizada al sacerdote dr en derecho canónico y docente Gabriel González Merlano motivo de la polémica surgida entre la Comunidad religiosa Menonitas y la ANEP por no enviar a sus hijos a centros de educación en nuestra ciudad, la Asociación de Docentes de Educación Secundaria filial Florida nos envío carta en respuesta a lo expresado por el padre en Buen día Florida y luego en Rompecabezas.
Aquí publicamos la misma y además invitamos al gremio de docentes para la semana que viene visitarnos en nuestros programas en radio y tv que conduce Fabricio Alvarez.
En relación a los dichos del Sacerdote Dr. en Derecho Canónico Gabriel González en Buen día Florida, programa conducido por Fabricio Álvarez, emitido en FM Florida el lunes 15 de julio de 2024.
- El doctor hace referencia a que la denuncia en contra de la comunidad Menonita es un atropello a la libertad religiosa, ya que afecta la libertad de conciencia.
Creemos que lo que afecta la libertad de conciencia de estos niños es la imposición de una sola forma de vida como válida y aceptable.
Debemos educar en la diversidad, entendida como el derecho de tomar el camino que cada conciencia estime pertinente habiendo conocido, compartido y convivido con otras formas de entender el mundo.
- Manifiesta además que en nuestra sociedad se inventan derechos que son inherentes a la persona humana y califica esta situación como disparatada.
Sin embargo, y en flagrante contradicción cita convenciones creadas por la ONU como referencia.
A lo largo de la historia, los derechos se han CONQUISTADO con lucha, movilización y organización, cobrándose vidas humanas de aquellos que han participado en dichas conquistas.
No se inventa nada, se reconocen derechos con el objetivo de garantizarle a los ciudadanos del mundo la tutela del Estado en el goce y respeto de los mismos.
Las normas jurídicas reconocen y garantizan derechos inherentes a la persona humana frente a los abusos de poder de cualquier institución.
Si de inventos hablamos podríamos nombrar la creación de nuevos pecados como el uso de preservativos y otros métodos anticonceptivos.
- La libertad de conciencia no es violentada en nuestra educación pública, los docentes nos formamos en disciplinas específicas, pedagogía y didáctica, todas ellas basadas en la libertad de conciencia y el fomento del espíritu crítico del individuo.
“Yo soy libre cuando me dejan creer” dice, sin embargo, está analizando una situación en la que un grupo de niños no es libre de creer, sino que se les impone una determinada forma de pensamiento en forma exclusiva.
No se puede ser libre cuando no hay opción.
- Sobre los límites que el Estado debería tener a la hora de limitar las libertades individuales, acuerda en que por una cuestión de higiene y salud, en la pandemia se limitaron algunos derechos religiosos como el recibir la eucaristía.
En ese caso dice, está en juego la salud pública, por lo que el Estado debe intervenir.
En cambio, “En el tema de educación no hay nada en juego, ni seguridad, ni salubridad, ni moralidad”.
Parafraseando al Dr. ésto es un disparate; en la educación se “juegan” todas esas cuestiones de la forma más profunda y humana posible.
Porque aquí está en juego el derecho de los niños y niñas, que son sujetos de derecho y la parte más vulnerable del sistema educativo.
No está en cuestión aquí la patria potestad de los padres y las atribuciones y derechos que de ella se desprenden, pero los niños y niñas en nuestro país, gracias a las normas inventadas como él dice, son sujetos de derecho, no son propiedad de los padres, ni del Estado, ni de una institución religiosa.
Es imperioso que nuestros niños y niñas conozcan sus derechos no solo como una norma, sino como una práctica y ejercicio de responsabilidad ciudadana, que se vivencia con el otro, en el hogar, en la escuela y en todos los grupos sociales de los que elijan formar parte.
Eso es educación en seguridad, salubridad y moralidad.
- “El Estado no colabora con otro tipo de educación que no sea la estatal”
Esa es una perfecta mentira, conocida además por el entrevistado.
Todos los colegios privados tienen exenciones impositivas muy generosas que el Estado cubre desde rentas generales, sean éstos religiosos o no, fundaciones o empresas.
- “La educación laica no significa excluir la religión”
En ese punto concordamos absolutamente, y entendemos siguiendo a Reyna Reyes que “la laicidad responde al espíritu del humanismo que proclama la dignidad de la persona humana, respeta la libertad individual de cada hombre concreto…”. [1].
La laicidad así entendida no se limita al campo de lo religioso sino que significa la posibilidad de discutir, debatir y exponer ideas religiosas, filosóficas, políticas y de cualquier otra índole, en el marco del respeto, la escucha y la libertad de expresión.
Los límites no están en la higiene y la salubridad, sino en los Derechos Humanos.
Es absolutamente falso que no se habla de religión en las escuelas y liceos de nuestro país, los contenidos programáticos siempre se contextualizan históricamente.
Sería imposible estudiar la reforma Luterana por ejemplo, si no es desde la religión.
No se podría abordar la Biblia, ni el Corán, ni el Popol Vhú sin considerar la religiosidad que las contiene.
No se podrían entender los conflictos históricos, las cruzadas, la propia historia de nuestra América, o muchos de los conflictos actuales, sin la religión.
El sistema educativo uruguayo jamás ha negado ni excluido de sus contenidos la influencia de la religión en el arte, la literatura, la ciencia, el Derecho o la sociología.
- “El problema de nuestro sistema educativo es que todo tiene que pasar por el CODICEN de la ANEP”.
Nuestro sistema educativo es centralizado si, y a partir de la promulgación de la LUC tiene menos participación docente, pero el hecho de que CODICEN habilite colegios y maestros no es un problema, es una garantía para toda la población.
Los colegios deben contar con condiciones mínimas para funcionar y los docentes deben estar preparados para enfrentar el desafío de formar a las futuras generaciones, no sólo desde el punto de vista religioso o cultural, sino además pedagógica y humanamente.
La tarea educativa requiere formación continua, calificada y actualizada, y los contenidos a enseñar no pueden quedar librados a lo que cada uno quiere como manifiesta el entrevistado, haciendo notar que los colegios están sometidos a la inspección académica del CODICEN. El contralor estatal es necesario en defensa del derecho a la educación de nuestros niños y niñas, ya que es el Estado quien debe garantizar una educación de calidad.
- “El modelo de hombre sin religión es el modelo del hombre sin trascendencia”.
Los individuos trascendemos sin necesidad de pertenecer a religión alguna.
Notables mujeres y hombres han trascendido a través de la historia de la humanidad por sus valores, por su lucha, por su entrega a causas nobles sin necesidad de aferrarse a ningún tipo de creencia religiosa.
- “Gracias a Dios la obligatoriedad de inscribir a los niños en la escuela pública se derogó”. Respetamos sus creencias, pero esta derogación fue gracias a una LEY que muchos entendimos muy perjudicial para nuestra educación, precisamente porque habilita a que los niños sean “educados” exclusivamente en sus casas sin necesidad de pasar por una institución educativa.
El proceso de socialización por el que los individuos pasamos a lo largo de nuestra vida y que nos permite desenvolvernos en sociedad como seres autónomos, implica un sin fin de aprendizajes que no siempre son formales o programáticos, sino que necesitan del otro. Compartir, empatizar, disentir, acordar, amar, respetar, solidarizar, cooperar, son todos verbos conjugables, no se aprenden de forma teórica sino vivenciando situaciones con los pares.
La escuela pública en Uruguay es fuente de orgullo, entre otras muchas cosas, por su capacidad de igualar, tanto en el trato como en las oportunidades, a la totalidad de nuestros niños y niñas.
Sin importar su origen socioeconómico, ascendencia étnica, creencia religiosa o política de su familia, la escuela pública fortalece la convivencia y el respeto del otro, aún diferente, siendo un espacio que prepara para el verdadero ejercicio de la democracia en la práctica diaria, no solo como teoría abstracta.
- “Yo le he dicho a muchos: Usted tendría que hacer una objeción de conciencia, porque si es católico y no cree en la educación pública no debería pagar el impuesto de primaria, usted tiene que sacar de su bolsillo para pagar un colegio católico porque el Estado no lo financia, y encima tiene que pagar el impuesto de primaria”.
Este es un grave error de concepto.
El llamado impuesto de primaria no es un impuesto a la educación pública, es un impuesto a la propiedad privada, que pagan quienes tienen bienes inmuebles.
Y en realidad, ni siquiera todos los propietarios pagan, los colegios privados por ejemplo, están exonerados.
Independientemente de lo anterior, el mencionado impuesto financia la alimentación de los niños más pobres de nuestro país, aquellos que no tienen la posibilidad de tener la seguridad alimentaria que los propietarios de bienes inmuebles quizás sí.
La afirmación del doctor no solo denota desconocimiento del tema debatido (en el menor de los casos), sino además se constituye una clara falta de empatía, solidaridad y amor al prójimo, valores que el doctor en derecho canónico asegura practicar y predicar.
Atte.
Comisión Directiva ADES Florida.
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