Si o no a la creación de municipios “Al final se trata de poder”
Editorial de Fabricio Alvarez
Disputas con intereses varios en torno a creación o no de municipios en el departamento de Florida.
El sector Federales del Interior liderados por Leonardo Corujo es quien enarbola la bandera y en su prédica diaria fundamenta la creación de municipios como sinónimo de descentralización y como resultado, el beneficio para los vecinos de cada localidad.
En su camino de diálogo con el Frente Amplio aún siendo director en el ejecutivo comunal y parte de la Agrupación Manuel Oribe, encontró el eco necesario y hoy ya alejado por expulsión de la 62 y las direcciones municipales, juntos pero separados en partidos, redoblan la apuesta organizando firmas con vecinos y logrando adhesión (vaya a saber hasta cuándo y en qué) de otros pequeños sectores en la Junta con raíces nacionalistas.
Por su parte el oficialismo representado por la poderosa Agrupación Manuel Oribe y los pequeños sectores colaterales que no son pero pertenecen a ese paraguas, están abocados a la no creación de municipios entendiendo que es muy apresurado crear ocho como desean, acrecentarían gastos y entienden que la descentralización es un caballo de batalla que saben cabalgar perfectamente y que el mejor ejemplo es el mayoritario respaldo de los propios vecinos de las localidades del interior.
Las dos propuestas están bien diferenciadas y ambos parecen tener fundamentos para desarrollar la idea en cuestión.
Pero hay algo que los une y no lo dicen.
Es el interés que cada uno tiene para sí y por sí en una repetida conducta social pos modernista: la búsqueda del poder incluso alejándose de valores determinados como deberían ser las políticas de estado para JUNTOS encontrar de verdad lo que favorece y beneficia a la ciudadanía toda, sin privilegios ni diferencias.
Ni egoísmos.
Es claro que Leonardo Corujo y su sector Federales del Interior busca ese peso político necesario para comenzar a incidir en lo departamental, y lo hace intentando potenciar su lugar de origen, el interior.
Corujo conoce bien las conductas, deseos y necesidades de esa gente, nació allí y este gobierno además lo colocó en una labor descentralizadora y encontró campo fértil para desarrollar las políticas sociales en todo los demás tal cual los llevaba adelante en su pueblo.
Era parte de su trabajo ir, bajar, charlar, reunirse, solucionar… y mostrarse.
Y volver cada día a empezar, y así día tras día hacerse conocer, mostrar, acercarse, crear confianza.
Y lo hacía trabajando.
Y le comenzó a gustar la partida de pasar de soñar una alcaldía para su pueblo Cerro Colorado a soñar más grande con más alcaldías en otros pueblos que tienen las mismas o parecidas necesidades de los suyos.
Y de seguro tiene el sueño válido en poder convertirse en una pieza fundamental en la política departamental dentro de su Partido Nacional con ese apoyo.
Lo de la Agrupación Manuel Oribe es la defensa de lo que Federales sueña: el poder.
Y es más sencillo de explicar porque ya lo hizo hace mucho tiempo, lo ha logrado, lo mantiene, lo disfruta, aunque esté en batallas continuas para mantenerlo.
Y aunque estas batallas parecen pequeñas para su ejército, cansan, generan rispideces internas, comienzan algunos pases de cuentas, se vislumbra que hay que cambiar milicias ya veteranas, que hay que buscar nuevas y modernas herramientas dejando algunas ya anquilosadas.
Es más fácil de explicar porque detrás de los fundamentos, también válidos, de que hace rato trabajan por la descentralización, por ejemplo en construcciones en el interior de obras cercanas a la necesidades de la gente, con presencias personales de cercanía con los pueblos, con mucha fortaleza de adhesiones en periodos electivos, el objetivo es la no creación de municipios por temor a perder el poder.
Poder de decisión, del manejo económico, de ceder terreno y territorio sin saber fehacientemente en quien depositar confianza ciega, y si así fuera además, que la gente vote a quienes así consideren.
La Manuel Oribe sabe que la traición solo existe entre comensales de una misma mesa.
Y repartir gestores para gestionar en pequeños territorios es un poco dividir un personal poder en varios pequeños poderositos.
Y a eso le teme la Agrupación, y quien la lidera e integran saben que es así.
Justamente eso es lo que no los diferencia: la búsqueda del poder político para desarrollar sus ideas de cómo llevar adelante un departamento sin olvidar quien ordena en él. O quien desea ordenarlo.
Pero de esto no se habla.
Porque detrás del poder en política los intereses suelen estar encontrados, no siempre las necesidades de la ciudadanía logran objetivos iguales de satisfactorios que la de los propios protagonistas.
Por otra parte, hay otros jugadores en este juego.
Por un lado el Frente Amplio que ha encontrado en este desenlace la posibilidad de realizar un trabajo político social interesante, ávido de ello, y sin poder encontrar desde hace mucho tiempo un camino cierto que los ayude a transitar con la gente, tiene ahora la suerte de poder hacerlo merced de errores cometidos por sus rivales.
Fomentar la rivalidad apoyando a quienes consideren, con hechos puntuales que van apareciendo y que algunos, no muchos, los menos, se animan a entrar a jugar tirando dardos que aunque no incidan demasiado, quitan energía y cansan a un fuerte pero veterano opositor.
Por el otro lado está el ahora no tan seguro camino que transita el Partido Colorado.
Están divididos internamente por heridas añejas entre los actuales lideres grupales, un sector con una edil alejada del sector y sin saber cuando levantar la mano y cuando no, no porque no sepa hacerlo sino por la independencia que tiene ahora de decisión.
El otro sector con una camada de jóvenes que llegaban a cambiar la propia realidad departamental pero que lentamente vienen sido fagocitados por la política adulta, sumado a que deben cuidar una gestión que ahora son parte, llevando a la práctica lo que muchas veces dijimos iban a terminar haciendo y negaron: son coalición departamental.
Aunque sean capaces de esgrimir con fundamentos sobrados lo que los separa, a la hora de votar acompañan por organicidad y pre establecimientos, consecuencias de acciones que en política son determinantes: forman parte del ejecutivo departamental y su líder es persona importante en la estructura del gobierno de coalición nacional.
Esta conducta de hoy es el resultado de la practicidad política, tiene sentido común, y es certera si de coalicionar se trata, pero los aleja de aquella vigorosa ave fénix buscando resurgir transformándolos en un pequeño y joven dinosaurio que pasta tranquilo y confortable en la pradera mientras sueña alejarse de aquella casi extinción total de años anteriores, sin intención de alejarse de esta nueva existencial confortabilidad y pensando que salir en busca de posibles nuevos territorios donde pastar mejor y crecer, sea solo parte de un objetivo futuro.
Sabe el Frente Amplio, como sabe Federales, que la creación de municipios es casi imposible, y por ello amplifican los gritos de los vecinos del interior solicitando soberanía para que los gobernantes actuales tengan que bajar la mirada ante quienes representan, y regar esa semilla plantada de cara a las próximas elecciones departamentales mostrando y explicando que no piensan en ellos, aunque digan lo contrario.
Muchos analizan la política local, pero cometen el error de hacerlo desde sus ojos e intereses personales sectoriales o partidarios.
La mayoría sin aceptar siquiera mirarse a un espejo.
Escribimos desde nuestro humilde oficio que en estos días han sucedidos hechos que han puesto en jaque a la Agrupación Manuel Oribe, y les pareció horrible a algunos de sus integrantes el solo expresarlo.
Deben temer también perder esas pequeñísimas cuotas de poder o beneficios que ostentan en sus vidas.
Aunque pequeño, siempre es el poder.
En realidad la expresión en jaque significa en guardia, como en el ajedrez, son avisos determinantes que hay que cambiar de lugar, o de piezas, o de estrategia, nunca dijimos jaque mate a la 62.
Sus opositores están aún muy lejos de eso.
Pero teniendo en cuenta la historia de la humanidad, ni los más grandes hombres o mujeres de todos los tiempos pudieron eternizarse en el poder.
Y quienes más tiempo estuvieron fundamentaron ello en valores ineludibles para lograrlo como la humildad, la honradez, el conocimiento y la justicia.
El poder es una fuerza nacida de la conciencia social, destinada a conducir al grupo en la búsqueda del bien común, y dado el caso, imponer a los miembros la actitud que ella ordena.
Asociado a esta idea, el poder se manifiesta como un medio, si se suprimiera aquella, entonces el poder sería un fin en sí mismo.
Para Foucault, el poder no es una propiedad sino una estrategia, es decir que el poder no se posee, se ejerce.
Según la Biblia el poder en la práctica es realizar lo que se quiera, y esto puede ser malo o bueno según quien o como lo ejerza y determinará lo mismo a quien lo reciba.
Para terminar pidiendo disculpas por lo extenso del escrito, a quien le interese le recomiendo con absoluta certeza leer el libro del coreano Byung-Chul Han “Sobre el poder”.
“La fruta cae del árbol sin necesidad de un golpe de viento…con toda calma cae y fecunda. Nada ansía para sí y lo da todo de sí”
Friedrich Nietzsche.